San Miguel Community Foundation (SMCF) dona un nuevo camión de rescate a los Bomberos: Conozca Nuestros Héroes
Por Mittie Roger
Un departamento de bomberos eficiente y a prueba de fallas es algo que los ciudadanos estadounidenses a veces pueden tomar por hecho. Totalmente financiado por el gobierno, proporcionan al público una multitud de servicios de emergencia – desde incendios y accidentes hasta gatitos en árboles. ¿Pero los bomberos en México brindan los mismos servicios? ¿Son financiados de la misma manera? Puede ser una gran sorpresa para visitantes y locales que el equipo de bomberos de San Miguel tenga tan pocos recursos para salvar vidas y propiedades.
San Miguel cuenta con un sólido equipo de bomberos, compuesto por 45 miembros, 20 de ellos mujeres. De esos 45 bomberos, solo 5 son empleados remunerados, mientras que el resto son voluntarios. Con gastos de alrededor de 100,000 MXN mensuales y un subsidio mensual de un poco más de la mitad de esa suma (56,650 MXN) del gobierno municipal, es fácil imaginar lo difícil que debe ser para cubrir las necesidades del pueblo de San Miguel de Allende.
Dependiendo de una red de ciudades hermanas y esfuerzos de la comunidad para adquirir equipos usados, los bomberos a menudo usan materiales obsoletos, lo que puede significar un aumento significativo en el riesgo. Desde tanques de aire más pesados hasta medidores de respiradores con menos medidas de seguridad, estos bomberos voluntarios se arriesgan para ayudar a la gente de San Miguel de todos modos.
¿Cuánto hacen? Pongámoslo en perspectiva: La SMCF donó un camión nuevo al equipo de bomberos a fines de agosto y desde entonces el camión ha realizado 193 rescates y salvado 47 vidas. Actualmente es el vehículo más activo en la flota. Cada bombero entrena 8 meses para servir a la comunidad a pesar de ser principalmente voluntarios, y todos los servicios que brindan son gratuitos para el público. Incluso ofrecen capacitación gratuita a bomberos en otras ciudades de México para mejorar la calidad de los servicios en todo el país.
Después de la donación del camión, se tuvo que pagar el seguro de 80,000 MXN, lo que requirió que los bomberos recurrieran al Consejo Directivo del Patronato, que los ayuda a encontrar y administrar fondos. A pesar de no contar con los fondos suficientes y correr riesgos innecesarios debido a equipos obsoletos, cuando le preguntamos a Juan Antonio Pérez Solis, presidente del Consejo Directivo del Patronato de Bomberos, dijo: “Lo importante es ayudar a las personas”.
¿Qué necesitan los Bomberos? Un camion nuevo de ataque rápido, 60 nuevas mangueras de incendios encabezan su lista a aproximadamente 140 USD por manguera. Los aparatos de respiración autocontenidos, los tanques de aire y los equipos de ventilación ocupan un lugar destacado en su lista de necesidades también. Actualmente, tienen 25 equipos de ventilación para servir a los 45 bomberos, y muchos son viejos, haciéndolos excepcionalmente pesados y difíciles de cargar en el campo. Además, el equipo necesita nuevas boquillas, barras Hailgan y hachuelas. Si bien les encantaría actualizar sus trajes de combate de incendios, el costo de comprar trajes nuevos es prohibitivo; sin embargo, actualizarían felizmente sus trajes a modelos usados más recientes.
¿Para saber qué puede hacer para ayudar? Póngase en contacto con Juan Antonio Pérez Solís at caballos5000@hotmail.com o 415-119-4978 para obtener más información sobre donaciones y formas adicionales para ayudar a esta noble e importante causa.
Por Gregory Gunter
“Queremos ser un grupo dinámico,” señala la presidente de la Fundación Comunitaria de San Miguel de Allende conocida en inglés como San Miguel Community Foundation ó SMCF, Donna Foudray; ampliar los horizontes del consejo es parte de dicho dinamismo y ya que los benefactores de la Fundación son la comunidad local, desean contar con la participación de la gente local que es la que mejor conoce las necesidades de la región.
La Fundación, asociación que otorga donativos a agrupaciones sin fines de lucro y que se desempeña como un conducto para otras asociaciones civiles que requieren la deducibilidad de donativos en los Estados Unidos (501(c) (3)), se complace en anunciar la llegada de un nuevo integrante a su Grupo de Apoyo, Graciela Salazar, residente de San Miguel de Allende desde hace 23 años.
“La juventud y la educación son mis dos pasiones,” señala la Sra. Salazar, “y espero ampliar nuestro apoyo a asociaciones que comparten los mismos objetivos.” Al respecto, Donna Foudray comentó que entre los donativos otorgados en la entrega anual del mes de mayo uno de los beneficiados fue el Centro Infantil San Pablo, escuela de nivel pre-escolar que ofrece educación con calidad para niños mexicanos de escasos recursos por medio de un programa piloto adaptado del conocido modelo estadounidense Head Start.
El entusiasmo por la educación que tiene Graciela Salazar le viene de familia, donde la educación universitaria era incuestionable, alentada e impulsada desde que eran unos niños. Pero ella está consciente que la educación es solo un paso más para llegar al objetivo final: que el estudiante cuente con los objetivos de negocio con los que podrá sostener la profesión que le dará el sustento.
Su experiencia incluye 8 años de labor profesional en El Instituto San Miguelense, el cual ofrece estudios de preparatoria y carreras universitarias a un alumnado integrado en un 60% por estudiantes becados y funge como integrante del Consejo de Administración de la Escuela Bilingüe José Vasconcelos.
A la Sra. Salazar entiende la importancia de que los egresados obtengan empleo y para ofrecerles algo tangible recientemente organizó un congreso local, como parte de la misión de las 10,000 Mujeres en México, una iniciativa global patrocinada por Goldman Sachs que apoya el crecimiento económico a través de programas de capacitación empresarial a mujeres.
“Parte del motivo por el que mi esposo y yo decidimos dejar el D.F. y venirnos a San Miguel” señala la Sra. Salazar “fue lograr más impacto en la comunidad local”. Aún cuando en un principio se dedicó a criar a sus tres hijos, rápidamente incursionó en la rama de la educación y agrega: “parece que el vivir en San Miguel me permite tener un mayor impacto en mi propia comunidad”.
Graciela Salazar se une al Grupo de Apoyo de SMCF a invitación de Guadalupe Alvarez, empresaria independiente, dueña de Penzi -exitosa empresa organizadora de bodas y eventos- y entusiasta integrante del Consejo Directivo de la Fundación y además es amiga de hace mucho de Maritere Dobarganes, igualmente integrante del Consejo. Las tres forman una fuente de inspiración y apoyo que complementa al consejo de manera puntual.
Si desea más información sobre el apoyo que ofrece la Fundación, lo invitamos a que visite su página de internet: SanMiguelCommunityFoundation.org y que corra la voz; el próximo periodo de entrega de donativos espera solicitudes con ansia.
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